martes, julio 01, 2014

Viaje a Estambul (5º Día - 1ª Parte)


Miercoles 14 de Mayo del 2014, la noche ha sido movidita, ya que a eso de las dos y media de la mañana nos hemos despertado con los gritos y als voces del grupo de adolescentes que llegaron ayer al albergue, supongo que habrán salido de juerga y han llegado algo perjudicados. Afortunadamente tampoco ha sido mucho, en unos diez minutos los ruidos han cesado y hemos podido seguir durmiendo, así que a las 8:45 de la mañana ya estabamos en pie, y a eso de las 9:30 ya estabamos plantados en el bar del albergue para dar cuenta de nuestro desayuno.

Habiamos planeado para esta nueva jornada, hacer algo que todo el mundo nos había recomendado y que teniamos muchas ganás de hacer, visitar los Baños Turcos, así que cogimos rumbo hacia el Gran Bazar por la calle que paseabamos practicamente todos los dias.


En nuestros paseos por la zona yo había fichado el Haman de Cemberlitas, probablemente el baño turco más conocido de Estambul. Se encuentra en el centro histórico de la ciudad, junto  al Gran Bazar, la columna de Constantino y otras visitas de interés turistico. 

 El Hamam de Çemberlitaş fue construido por Sinan en 1584 durante el mandato de la "Sultana" Nurbanu, nacida en Venecia a mediados del siglo XVI y llevada a Estambul por corsarios otomanos. El toque de Sinan se aprecia al contemplar las cúpulas desde el interior.

Había tres tipos de servicio, el primero (20€, creo que eran 60 TL) incluia tan solo el baño, el segundo (30€, 90TL) era baño con 15 minutos de masaje, y el tercero y más completo, era el que además incluia masaje de aceite (50€, 150 TL), así que nosotros decidimos escoger el intermedio.


Como os podeís imaginar, dentro del Hamam no se pueden hacer fotos, así que solo puedo poneros esta foto que me hice en el pequeño cambiador donde me desnudé y deje la ropa. Aunque en este caso la foto es de después del baño, no de antes.


En este pequeño vestidor uno se desnuda y tapandose con la toalla que te dan y con las chancletas que te dejan, se accede a la zona que veís en la foto (sacada de la página de los baños). Yo cuando llegué a esta zona no habia nadie, así que pude tumbarme en la zona del marmol caliente a mi gusto a sudar un rato. La verdad es que el ruido del agua al caer, el calor y la sensación de estar tumbado sobre el marmol caliente es realmente relajante.


Al rato apareció por allí un pequeño hombrecillo con bigote que me invito a tumbarme delante suyo, fue entonces cuando empezó el masaje, primero con agua y el guante de tela que te dan al entrar, para luego pasar a la espuma.  Os aseguro que la experiencia fue brutal, y eso que yo no soy mucho de masajes. Se veía que el hombre lo notaba, yo tenía los hombros realmente cargados por mi trabajo, así que fue la zona a la que más tiempo dedicó.

Después de este masaje, y de pasar a otra zona en la que me bañó completamente con agua caliente, tocaba descarsar otro rato sobre el marmol caliente antes de pasar definitivamente a las duchas tradicionales antes de bandonar el recinto.

No habiamos pactado nada, pero la verdad es que después de sesenta o setenta minutos allí dentro, mi madre y yo coincidimos saliendo a la vez de los baños. Los dos habiamos quedado totalmente satifechos con la experiencia. Después de tantos días andando para arriba y para abajo, la experiencia habia sido de lo más gratificante.


Una vez habiamos abandonado el Hamam, tomamos la Calle Mithat para bajar hacia el barrio pesquero. Según el mapa, la zona estaba cerca, asi que decidimos ir paseando un poco por las callejuelas.


Y así fue, en poco más de diez minutos de paseo ya estabamos en pleno barrio pesquero, Yenikapi, un barrio claramente explotado turisticamente hablando pero que la verdad tiene su encanto.


Curioseamos entre sus calles, repletas de restaurantes que poo la cantidad de mesas que tenian se podía decir que esperaban una gran afluencia de turistas, y en un determinado momento, decidimos hacer un pequeño alto en el camino para tomar un pequeño aperitivo.


Nos sentamos en una terracita muy cerca de la plaza principal de la zona de restaurantes, y nos tomamos una cañita para mi, afortunadamente aquí si servian cerveza, y un zumo de granada para mi madre (10 TL).

Continua ...

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