miércoles, julio 23, 2014

Viaje a Estambul (7º Día - 3ª Parte)


Ya eran más de las dos de la tarde, así que tocaba localizar algún sitio donde parar a comer, cosa que hicimos en una placita cercana a la mezquita que estaba repleta de terrazas de diferentes establecimientos de comida.

Teniendo en cuenta que nos encontrabamos a escasos 50 metros de la mezquita, ni pregunte si había alcohol, lo dí por hecho, así que decidimos pedir un par de Sprites para beber y una especie de pequeñas hamburguesas con tomate y salsa de yogurt que descansaban sobr pequeños trocitos de pan impregnados de tomate.


La comida estaba buena, y la ración era abundante, pero tambien hay que decir que tardaron bastante tiempo en servirnos, y eso que aunque habia gente, tampoco estaba el local abarrotado. El precio de la comida fue de 23 TL.


Una vez habiamos recuperado las fuerzas y habiamos descansado un buen rato a la sombra, volvimos hacia la zona donde habiamos cambiado dinero, mi madre habia fichado un bolso que decidimos ir a comprar, para luego volver a la zona del Bazar a comprar un par de camisetas para mi sobrina.


Seguimos pateando la zona comercial de la ciudad, y haciendo alguna que otra compra, como esta toalla del Real Madrid que decidí comprar para mi amigo Sergio por 15 TL.


Hasta que finalmente, cansados ya de caminar y de andar entre tanta gente, decidimos pararnos a descansar en un hueco que encontramos en sombra en uno de los parques que había en la ciudad. A lo que siguió otra breve paradita en uno de las terrazas que habia junto a la Mezquita Verde para tomar un breve refrigerio, un Sprite y un refresco de cereza que nos costaron 8 TL.

Eran ya las 16:40 de la tarde, y ya no teniamos ganas de seguir pateando por el Bazar, así que decidimos salir ya hacía el puerto para que no se nos hiciese tarde, ya que a las 18:00 salía el unico barco del día que podía devolvernos a Estambul.

Fue entonces cuando nos ocurrió otra de las anécdotas curiosas del día: Yo había leido algo sobre el tema, pero no lo recordaba, resulta que en Bursa hay varios tipos de taxis, los amarillos como el de la foto, que son taxis normales, como habiamos comprobado en el trayecto del puerto a la ciudad, y otros de diferentes colores que son algo diferentes.


No tengo muy claro de que color son, pero hay unos taxis de un determinado color que parece ser hacen un trayecto ya predeterminado, entonces si a uno le viene bien, se monta y le dice al taxista donde le viene bien pararse, y hay otros, que si no recuerdo mal son los rojos, como en el que nos habiamos subido, que pueden ser compartidos por varios usuarios, de manera que cada uno paga la parte proporcional de su trayecto.

Como os he dicho, cuando yo me subí al taxi, la verdad es que no me acordé de esto, por eso se nos hizo muy extraño que tan solo unos segundos después de subirnos al taxi, se subiese una mujer en el asiento del copiloto. Entonces se subió el conductor, y yo le enseñe un folleto publicitario con los horarios que había cogido en el puerto del Ferry, para que él supiese claramente donde queriamos ir. El hombre comenzo a explicarme algo en turco, pero claro, yo era incapaz de entenderle. Como sus compañeros veian que la cosa no iba bien, se acecaron a intentar ayudar, con la suerte de que a uno se le ocurrió sacar dinero de la cartera y enseñarme 70 TL, momento en el que conseguí entender lo que me decian, el conductor quería advertirme de que el trayecto iba a costarme ese importe. Yo le dije que OK, que no habia problema, que aceptaba el precio, y fue entonces cuando se puso a hablar con la mujer que habia subido al taxi y que rapidamente se bajó algo enfadada. Yo no entiendo turco, pero la escena me dió a entender que al conductor la carrera que iba a hacer con nosotros le parecía de lo más interesante, con lo que habia obligado a la otra mujer a buscarse otro taxi libre.


Fueron casi cuarenta minutos de viaje con un intenso tráfico, la verdad es que habiamos hecho bien en salir con tiempo, porque para cuando llegamos al puerto eran ya las 17:20 pasadas. Una vez en el puerto saqué los billetes del Ferry (58 TL los dos), y casi sin esperar ni un minuto, nos subimos al barco para acomodarnos en nuestro sitio, teniamos por delante algo más de hora y media de viaje.


Por cierto, para refrescarnos un poco decidí comprar dos refrescos dentro del Ferry, los cuales me costaron 9 TL, practicamente lo mismo que nos habia costado en la terraza del bar de la mezquita.



Ya solo quedaba descansar y disfrutar de las bonitas vistas de la ciudad de Estambul que nos dejaba el atardecer.

Continua ...

No hay comentarios: