lunes, junio 15, 2015

Viaje a Japón (4º Día)

Martes 19 de Mayo, día en el que realmente iba a comenzar mi aventura japonesa, ya que a partir de este día comenzaba a moverme solo por un país que de momento estaba sorprendiendome gratamente.

El día empezaba tempranito, como el dia anterior, y a eso de las siete y media de la mañana ya estaba desayunando y aligerando la maleta un poco de peso, ya que como en cinco días tenía previsto volver a casa de Sara, decidí dejar algo de ropa para no ir tan cargado.

A las 9:30 de la mañana ya estaba en la estación de tren de JR Gifu Hashima, supuestamente el pase que yo tenía para quince días me permitía coger los trenes de la compañia JR sin pagar, el problema era que aún no estaba activado, ya que tenía que activarlo en una estación grande, así que me tocaba pagar los 580 yenes, unos cinco euros, que costaba el trayecto hasta la estación de Nagoya.


Como curiosidad, antes de seguir con la narración de mi viaje, quiero mostraros algo que llamó mi atención al dejar el coche en el parquing de la estación. Antes de nada tengo que deciros que en Japón, por regla general, no hay sitios para aparcar en la calle, es más, no te venden un coche si no demuestras que tienes plaza para aparcarlo, así que cuando vas a cualquier sitio en coche, tienes que buscarte algún parquing de estos para dejarlo. Lo que quiero enseñaros es el curioso sistema que tienen para aparcar, el parquing en el que entras no tiene ningún tipo de barrera, simplemente, al pasar con las ruedas por encima de la placa que hay en el suelo, esta se levanta, de manera que no puedes llevarte el coche hasta que no pagas en la correspondiente maquina que hay en la entrada, maquina en la que pulsas la plaza que quierer liberar y que te calcula por el tiempo que llevas, el importe de tu aparcamiento. Una instalación sencilla a mi parecer, pero de lo más practica.



En unos treinta minutos estaba en la Estación de Nagoya, una ciudad bastante importante del centro de Japón, y lugar en el que iba a activar mi pase para el tren. Por si alguno esta interesado os comento que este pase nos viene muy bien a aquellos que vamos de turista al país y que tenemos la intención de movernos en tren, un medio de transporte que funciona muy bien en Japón pero que resulta un pelín caro. Este pase se saca por internet, y tiene una validez de tres meses desde que lo compramos, así que hay que calcular cuando pedirlo para que no nos caduque. Hay tres tipo de pase, el de una semana, el de quince días y el de un mes, y logicamente cada uno tiene un precio. Yo por ejemplo saqué el de quince días, que tenia un precio de 350€. Así de primeras puede parecer caro, pero si os digo por ejemplo que el billete de tren de Nagoya a Tokio cuesta unos 110 euros, vereís que el pase al final resulta rentable.


Una vez activado mi Japan Rail Pass, me acerqué a la ventanilla donde se sacan los billetes para sacar el ticket para el tren de las 11:27, pero me resulto imposible, estaba lleno. Como dato deciros tambien que por lo general en este tipo de oficinas y ventanillas, los operarios suelen hablar algo de inglés, pero lo justo, algo que me ha sorprendido, ya que yo pensaba encontrarme un país totalmente modernizado en este aspecto y que dominase el inglés, hoy en día el idioma internacional, pero ya os adelanto que no es así, y aunque en estos sitios generalmente entiendes el inglés, no lo dominan ni mucho menos.


Solucionado el problema de comunicación con el amable operario de la ventanilla de expedición de billetes, conseguí plaza en el siguiente tren, a las 11:34 (lo que os comentaba, ya veís que hay trenes cada pocos minutos), por delante me esparaba un viaje de cuatrocientos kilometros que iba a hacer en apenas dos horas.


Ya en la estación de Tokio, a eso de las 13:40, saqué billete de metro para acercarme a la estación de Minowa, y una vez había llegado a esta estación de metro, siguiendo las indicaciones que tenía de como llegar al albergue, en menos de diez minutos andando, daba con el Tokio Hostel.


Había planeado usar Tokio de base durante la siguiente semana, así que habia reservado cinco noches en habitación compartida (dormitorio mixto de diez camas), algo que reconozco a mi no me importa, y abarata mucho el viaje. El precio de las cinco noches era de 11.792 yenes, unos 92 euros, a los que habia que sumar los 12,5 euros a modo de reserva que ya habia pagado. En la foto solo veís las camas, pero en el otro lado de la habitación estaban las taquillas con su correspondiente cerradura, donde guarde mi mochila antes de salir a hacer mi primera exploración de la capital japonesa.


Primera parada el barrio de Roppongi, a unos veinte minutos en metro del albergue (240 yenes el billete de metro). Roppongi Hill es un complejo en el Distrito de Roppongi construido por el magnate Minoru Mori que incluye espacio de oficinas, departamentos residenciales, cafés, restaurantes, salas de cine, un museo, un hotel, un estudio de televisión, y varios parques. En el centro, se encuentra la Torre Mori, de 54 pisos y 238 m. La construcción del complejo llevó diecisiete años, y Roppongi Hills fue inaugurado el 23 de abril del 2003.


En realidad viene a ser una especie de barrio moderno con tiendas caras y apartamentos lujosos. Sinceramente a mi no me entusiasmo la zona, pero bueno, según las guias era uno de los barrios o distritos que habia que visitar, así que es lo que hice.


Entre una cosa y otra, eran ya las cinco de la tarde y aún no habia camido, así que mientras exploraba las calles del barrio, decidí comerme un Onigiri que compré en una de las muchas tiendas que uno se va encontrando por la calle, acompañado de una cerveza freca (340 yenes, algo menos de tres euros).


Según iba avanzando por las calles, ha ido apareciendo a lo lejos entre los edificios la famosa Torre de Tokio, así que guiandome por el mapa, y sobre todo por la silueta de la torre, fui acercandome a su base.


La Torre de Tokio está pintada en blanco y rojo de acuerdo a regulaciones de aviación. Su construcción fue terminada el 14 de octubre de 1958 y mide 332,6 metros, 8,6 metros más que la Torre Eiffel, aunque no es tan conocida como la torre francesa. Subir a la parte de arriba costaba 1600 yenes, pero la verdad es que tampoco me atraía demasiado la experiencia, así que me dí una vuelta por los alrededores y poco más.


Luego volví a cogerme el metro (210 yenes) y me fui a la zona de Shijuku, según habia leido, la estación de metro con más trafico de gente a lo largo del día en todo el mundo (1,75 millones de personas al dia).


A esas horas ya se había hecho de noche, así que las calles del barrio de Shijuku comenzaban a coger ese aspecto moderno y colorido con el que creo casi todos nos imaginamos a Tokio de noche. Hacía buen tiempo, así que estuve paseando y curioseando un buen rato por diferentes calles, hasta que pasadas las 21:00 de la noche, decidí coger de nuevo el metro y volverme a la zona de Minowa (320 yenes el metro).


De camino al albergue hice una parada en una de las muchas tiendas que nos podemos encontrar en la calle, y me compré algo que cenar. Una bandejita de pollo al curry, un par de cervezas, un refresco con alcochol de postre, y un zumo de naranja y un par de donuts para desayunar al dia siguiente.



El albegue tenia una pequeña cocina y una amplia zona común donde poder cenar y descansar un rato, así que es lo que hice durante hora y media aproximadamente, hasta que a eso de las 23:30 de la noche decidí irme a dormir.

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