martes, junio 23, 2015

Viaje a Japón (5º Día - 2ª Parte)

Ayudado por la amable señora que os comenté, encontré por fin la estación de metro, donde cogí un transporte que me llavase al famoso cruce de Shibuya. El cruce es muy famoso por su paso de cebra entrelazado, sobre desde que salió en la famosa película "Lost in Traslation".


Pero además del famoso cruce, yo tenía curiosidad por visitar la estatua en honor a "Hachiko", un perro bastante famoso en Japón que posiblemente muchos conozcais a partir de la película protagonizada por Richard Gere.


Una vez visitados estos dos puntos, paradas obligatorias en cualquier visita a la ciudad de Tokio, decidí mezclarme con la gente y callejear un poco por la zona. Toda esta parte de la ciudad esta llena de comercios de todo tipo, lo que hace que haya un gran ambiente y un buen movimiento de gente.


Para cuando quise darme cuenta me habian dado la una del mediodia, hora perfecta para hacer una paradita para comer, así que decidí entrar en un local en el que ví un buen número de japoneses comiendo. Si ellos estaban allí dentro, que son los que entienden de su comida, es que lo que daban estaba bien.


Supongo que muchos os estareís preguntando como lo hacia para pedir la comida, y teneís toda la razón, porque el tema del idioma es un problema, ya que en realidad no es facil encontrar gente que hable en inglés. Así que yo usaba un pequeño truco que os puede venir bien en cualquier país, lo que hacía era sacar una foto con el movil de las fotos que tenía en el exterior con los platos que servian, luego entraba, le enseñaba la foto al camarero, y a disfrutar de la comida.


Como podeís ver, ningún problema, en menos de cinco minutos tenía en la mesa mi cervecita y mi plato de pasta picante con tabasco para acompañar, eso si, que nadie busque el pan, que allí ellos no usan de eso. El precio de la comida que veís en la foto fue de 900 yenes, unos siete euros y medio.


Decidí darme un paseo por las calles de Shibuya para bajar un poco la comida, aunque en realidad eran las mismas calles que habia estado recorriendo antes de comer, tengo que reconocer que a cada minuto me encontraba con algo nuevo que llamaba mi atención, ya fuese una tienda, un letrero o simplemente una japonesa con algún vestido curioso.

Y a eso de las 15:00 aproximadamente, entraba en la estación de JR para coger un tren de cercanias (gratis con mi pase JR) para acercarme al barrio de Akihabara, famoso por su conocido Mercado de la Electronica


Esta zona es conocida tambien por los edificios de videojuegos, que fue precisamente lo primero que me encontré nada más salir de la estación.


Logicamente había que entrar a curiosear un poco, y eso lo que hice. Es alucinante ver como esta gente puede llegar a tener edificios de cinco o seis plantas enteramente dediadas a todo tipo de juegos de lo más curiosos, desde el tipico juego de matar marcianitos al de tocar los timbales pasando por el de bailar, verdaderamente sorprendente.

Justo al salir del edificio me encontre con publicidad de una cafetería que habia en el último piso, una publicidad que podeís ver en la foto exterior del edificio pero que a mi en un principio no me habia llamado la atención. Bueno, en realidad si, pero no me habia fijado que se explicaba que la cafeteria estaba en este mismo edificio.

Se trataba de una de esas cafeterias en las que las camareras van vestidas con tipicos vestidos mangas. Estaba claro que el sitio podía ser de lo más curioso, así que decidí subir. La primera sorpresa llego al ir a coger el ascensor, allí ya había una japonesita con el vestido como el de la foto del cartel dandote la bienvenida e invitandote a entrar en el ascensor.

Una vez arriba, otra japonesita vestida igual me pregunto que cuantos eramos, y despues de explicarle que yo iba solo, me explico con un inglés bastante malo que estaba prohibido hacer fotos y mucho menos tocar a la camareras. Si os fijaís en la foto, podeís ver a un hombre sentado al fondo, a mano izquierda. Según me pareció entender, aquel era el encargado de hacer cumplir estas normas, aunque como veís, yo con algo de disimulo, conseguí saltarmelas. Me refiero al tema de las fotos, no al de tocar a las camareras.


El primer problema llegó a la hora de pedir, me trajeron la carta de pizzas y postres y yo le expliqué que no queria comer nada, había comido hacia tan solo una hora, les dije que yo solo quería beber algo, pero claro, eso parecía ir en contra de sus normas. Finalmente la camarera habló con el encargado y me permitieron quedarme si consumia yo solo dos bebidas, algo que acepté, siempre y cuando fuesen dos cervezas y no me las trajesen a la vez.

Si os habeís fijado en la primera foto, habreís visto que la pareja que hay justo a mano derecha, lleva en la cabeza una especie de orejas de conejo, pues bien, eso no es porque estuviesen de despedida o les gustase hacer el tonto, es simplemente porque te las ponen nada más sentarte.


Así que una vez que yo estaba sentadito, y con mis orejitas puestas (menos mal que allí no me conocia nadie), llegó la segunda sorpresa, no solo habia que ponerse las orejitas, si no que al recibir la consumición habia que imitar y repetir los gestos y las palabras que decia la camarera, vamos, un ridiculo brutal, pero bueno, como nadie me conocía, lo hice sin demasiada vergüenza.

El sitio era curioso, pero tengo que reconcoer que bastante más cutre de lo que me esperaba, así que despues de tomarme mis cervecitas y de descansar un rato, decidí marcharme, pero entonces ví como un japones que habia en el otro extremo de la sala se hacia una foto con una camarera, así que decidi preguntar si aquello era posible para llevarme un recuerdo del local.


Me confirmaron que si, que era posible, pero que habia que pagarlo. Como vereís la foto no costaba demasiado dinero, así que aunque me parecía tambien algo cutre, decidí aceptarlo y hacerme la foto. En total la visita al local me salió por 2150 yenes, unos 18 euros, que se repartian en 500 yenes solamente por entrar al local, otros 500 yenes por la foto, y 575 yenes por cada cerveza.

No hay comentarios: