martes, julio 07, 2015

Viaje a Japón (7º Día - 1ª Parte)

Viernes 22 de Mayo, el plan para ese día era repetir como el dia anterior y hacer una excursión a los alrededores de Tokio, en este caso a Kamakura, una pequeña ciudad con algunas cosas bastante interesantes según me habia podido informar.


Así que nuevamente tocaba madrugar ya que mi intención era coger el tren de las nueve de la mañana, aunque tenía una segunda opción a las diez. Me levante prontito, me pegué una ducha y me desayune con un café lo que me habia comprado el dia anterior.


Depués, me cogí el metro (200 yenes) y me acerqué a la estación central de Tokio, finalmente acabé cogiendo el tren de las diez de la mañana, entre una cosa y otra se me había pasado la hora del primero de los trenes que había mirado, pero bueno, tampoco había demasiada prisa.


A eso de las once menos cuarto de la mañana, y después de cambiar de tren en Ofuna, llegaba a la Estación de Kamakura. Llegaba el momento de decidir que camino coger, cosa que en estos casos no resultaba demasiado sencillo, como podeís apreciar en los carteles.


Decidí ir directo al grano, una de las cosas más famosas de la ciudad es el Gran Buda, el segundo más grande de Japón, recordar que ya había visitado el tercero más grande en Gifu, así que me compré un poco de almuerzo en el super (249 yenes), y comencé a recorrer los dos kilometros que me separaban del Gran Buda.
 

Una de las cosas que llamó mi atención durante el recorrido fue estos carteles del suelo, como vereís, indican la ruta de evacuación a seguir en caso de Tsunami, algo que por la que parece, es más o menos normal en esta parte del país.


No habían pasado ni quince minutos, cuando había llegado al Templo Hasedera, eso sí, antes de entrar, decidí curiosear un poco en una tienda de souvenirs que había justo enfrente, y tuve suerte, encontré alguna cosa que llavaba tiempo buscando y que no habia encontrado de momento. Así que compré unos cuantos souvenirs (1350 yenes), y me acerqué a sacar entrada para el templo (300 yenes, algo así como dos euros y medio).


Lo primero que hice fue disfrutar de la sombra y la tranquilidad de sus jardines, para luego pasar a curiosear una zona donde había montones de pequeñas figuritas.



No sé que significado tendrían, supongo que cada uno pondrá una (después de dar el correspondiente donativo) para pedir algún deseo o pedir la bendición, pero vamos, que son solo suposiciones mias, eso si, la zona estaba repleta de estas pequeñas figuritas.

           

Después, visita en la zona intermedia de los jardines para contemplar alguno de los templos y fotografiar a alguno de esos Budas que no se pueden fotografiar (ya os dije que si se hace con disimulo y sin llamar mucho la atención, nadie te dice nada).


Para terminar accediendo a la parte alta del Templo (son algo asi como diez minutos andando), desde donde habia una bonitas vistas de la zona costera.


Dada por finalizada la visita al Templo Hasedera, decidí tomar la ruta en dirección a lo que como ya os habia comentado era el plato fuerte de la visita a Kamakura, la visita al Gran Buda.


No sé exactamente a que hora llegaría al Gran Buda, pero supongo que serían más o menos la doce y media del mediodía, pero la verdad es que cuando llegué había gente, pero tampoco demasiada, y desde luego bastante menos que la que ví cuando abandone el recinto, tan solo treinta minutos después.


La entrada costaba 200 yenes, algo menos de dos euros, y la zona de estrada al reciento esta perfectamente diseñada, para que haya que atravesar unos pequeños jardines y nos encontremos la gran estatua, a unos escasos cincuenta metros de haber entrado al recinto.


En el siglo XV un tsunami destruyó un templo que contenía la estatua del Gran Buda de Kamakura pero la estatua sobrevivió y ha estado en la intemperie desde esa fecha, soportando terremotos y otros fenómenos meteorológicos. Actualmente está reforzado en sus cimientos por absorbedores de vibración. La estatua de bronce mide 13.41 m y tiene 93 tm de peso.



Como curiosidad os comentó que previo pago de 20 yenes, algo así como quince o veinte centimos de euro, se puede acceder a su interior. La verdad es que es una tonteeria, porque no hay gran cosa, pero por lo que cuesta, creo que merece la pena.

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