jueves, junio 25, 2015

Viaje a Japón (6º Día - 1ª Parte)

Jueves 21 de Mayo, día en el que tocaba madrugar para realizar la recomendada excursión a Nikko, así que me levante a las 7:45 de la mañana.


Ducha rápida y luego desayuno para coger fuerzas compuesto por un café, un zumo, y el bollo que me había comprado la noche anterior en el Seven Eleven.


La idea era coger el tren de las 9:40 de la mañana, aunque no tenía muy claro que fuese a llegar a tiempo, pero afortunadamente a las 8:50 de la mañana ya estaba saliendo del albegue, así que para las 9:20 llegaba en metro a la estación de Tokio (200 yenes).


Por tiempo lo habia conseguido, pero yo no habia tenido en cuenta que el tren podía estar lleno, asi que me tocó esperar al siguiente, el de las 10:12. Visto lo visto, decidí sacar por adelantado el billete de vuelta a las 20:00, aunque ya me habian comentado en un foro que seguramente me volviese antes de esa hora, y aproveché para sacar el billete del domingo para regresas a Gifu (todos ellos sin pagar nada gracias a mi pase JR).





Por delante un viaje de una hora más o menos en el Tren Bala o Shinkansen, hasta la estación de Utsunomiya, donde tenía que hacer trasbordo a un cercanias para el que no podia reservar billete. Eso sí, ya os aviso que esta todo bien indicado y que no es nada dificil encontrar el tren que te lleva a Nikko, lugar al que llegué aproximadamente a las 13:00.


Una vez en la Estación de Nikko, me acerqué a la oficina de información turistica, donde me informaron que la zona de los Templos estaba a algo menos de dos kilometros de distancia, y de que habia unos autobuses que te acercaban allí (precio 190 yenes), pero bueno, teniendo en cuenta que hacia buen tiempo, y de que hablamos de unos 30 minutos andando (según ellos, porque yo lo hice en poco más de 15), decidí irme dando un paseo.


Eso sí, a mitad camino hice una pequeña paradita en un supermercado a comprarme unas patatas fritas y una botella de agua para recuperar un poco las fuerzas.


Primera parada el Puente de Shinkyo, un puente al que habia que pagar para acceder y que yo no pisé, como veís, ya que me limite a contemplarlo y a sacarme una foto desde enfrente.


Continue mi caminata otros diez minutos y enseguida llegué al Templo de Sanhutsudo, que desgraciadamente estaba en obras. La entrada combinada con la entrada al Templo de Taiyuin me costó 900 yenes, unos siete euros aproximadamente.


Ya os aviso que en la mayoría de los Templos esta prohibido hacer fotos, pero bueno, con un poco de disimulo, y sin llamar mucho la atención, se pueden hacer fotos sin que nadie nos diga nada.

miércoles, junio 24, 2015

Viaje a Japón (5º Día - 3ª Parte)

Una vez visitado el curioso, aunque algo cutre, local de las camareras mangas, decidí darme una vueltecita por la calles del barrio de Akihabara, donde rapidamente pude ver como en diferentes cruces y esquinas, habia chicas vestidas igual, repartiendo publicidad de esta cafeteria y de otras similares, eso sí, tuve que hacer las fotos a escondidad y a sus espaldas porque en cuanto veian una camara se tapaban la cara y decian "Photos No".


Un poco más adelante encontré una tienda donde vendian todo tipo de figuritas manga de segunda mano, así que aproveché para buscar alguna ganga, y acabé comprando cuatro figuritas en muy buen estado y a muy buen precio.


Compré cuatro figuritas por 1350 yenes, lo que viene a ser algo asi como 11 euros, una autentica ganga si tenemos en cuenta que cada una de esas figuritas no baja aqui de 25 o 30 euros.


Ya con mis figuritas en la mochila, continué mi visita por las calles del barrio, curioseando en los diferentes puestos y tiendas que iba encontrando a mi paso. Tiendas en las que un podía encontrar todo tipo de cosas, desde gadgets electronicos como cargadores para moviles, linternas de leeds, hasta todo tipo de repuestos de segunda mano para ordenadores o camaras de fotos pasando por video consolas antiguas que yo ni si quiera he llegado a conocer.


Y entre una cosa y otra fui pasando la tarde, hasta que a eso de las cinco de la tarde decidí coger el metros (200 yenes) y acercarme de nuevo a la zona de Shibuya a ver el ambiente en la zona cuando empezaba a oscurecer.


Si ya al mediodia habia gente, tengo que reconocer que a esas horas había aún más, así que estuuve disfrutando del ambiente durante un buen rato callejando por las diferentes calles, tanto, que incluso acabe entrando sin darme cuenta en la zona donde estan los conocidos Hoteles del Amor, hoteles en los que los japoneses alquilan habitaciones por horas para ir con sus novias o amantes a disfrutar de sus momentos de pasión.


Al pasar por una de las esquinas pude ver a un grupo de japoneses haciendo cola para comprar una especie de nuggets de pollo, y aunque no tenia demasiada hambre, decidí comprarme una ración pequeña para probarlos, la ración de Nuggets con curry me costo 290 yenes, algo asi como dos euros y medio.


Volví a cogerme el metro y me volví a la zona de Minowa (220 yenes el billete), para entrar en el Seven Eleven del dia anterior a comprarme algo de cena. La verdad es que cuando yo llegué al supermercado, ya hacia tiempo que habia anochecido, pero aunque la foto es de otro momento, os sirve para haceros una idea de donde hacia la compra, a escasos cien metros del albergue.


Decidí comprarme un par de cosillas para cenar, entre las que estaba esto que veís en la foto, una salchicha cubierta de pure de patata y luego rebozada. No estaba mala, pero tampoco era gran cosa. La comida, las dor cervezas, el resfresco con alcohol y el desayuno, un zumito y un pastelito, me costaron 1093 yenes, uno nueve euros.


Para cuando quise darme cuenta eran las nueve de la noche, hora en la que llegaba al albergue, así que decidí cenar lo que os he comentado y luego degustar de mi refresco con alcohol, que sinceramente no estaba muy bueno, mientras disfrutaba de un buen masaje en los pies con la maquina de masajes que habia en el albergue.


Y a eso de las once de la noche, después de un dia intenso, me metí en la cama a descansar que ya era hora.

martes, junio 23, 2015

Viaje a Japón (5º Día - 2ª Parte)

Ayudado por la amable señora que os comenté, encontré por fin la estación de metro, donde cogí un transporte que me llavase al famoso cruce de Shibuya. El cruce es muy famoso por su paso de cebra entrelazado, sobre desde que salió en la famosa película "Lost in Traslation".


Pero además del famoso cruce, yo tenía curiosidad por visitar la estatua en honor a "Hachiko", un perro bastante famoso en Japón que posiblemente muchos conozcais a partir de la película protagonizada por Richard Gere.


Una vez visitados estos dos puntos, paradas obligatorias en cualquier visita a la ciudad de Tokio, decidí mezclarme con la gente y callejear un poco por la zona. Toda esta parte de la ciudad esta llena de comercios de todo tipo, lo que hace que haya un gran ambiente y un buen movimiento de gente.


Para cuando quise darme cuenta me habian dado la una del mediodia, hora perfecta para hacer una paradita para comer, así que decidí entrar en un local en el que ví un buen número de japoneses comiendo. Si ellos estaban allí dentro, que son los que entienden de su comida, es que lo que daban estaba bien.


Supongo que muchos os estareís preguntando como lo hacia para pedir la comida, y teneís toda la razón, porque el tema del idioma es un problema, ya que en realidad no es facil encontrar gente que hable en inglés. Así que yo usaba un pequeño truco que os puede venir bien en cualquier país, lo que hacía era sacar una foto con el movil de las fotos que tenía en el exterior con los platos que servian, luego entraba, le enseñaba la foto al camarero, y a disfrutar de la comida.


Como podeís ver, ningún problema, en menos de cinco minutos tenía en la mesa mi cervecita y mi plato de pasta picante con tabasco para acompañar, eso si, que nadie busque el pan, que allí ellos no usan de eso. El precio de la comida que veís en la foto fue de 900 yenes, unos siete euros y medio.


Decidí darme un paseo por las calles de Shibuya para bajar un poco la comida, aunque en realidad eran las mismas calles que habia estado recorriendo antes de comer, tengo que reconocer que a cada minuto me encontraba con algo nuevo que llamaba mi atención, ya fuese una tienda, un letrero o simplemente una japonesa con algún vestido curioso.

Y a eso de las 15:00 aproximadamente, entraba en la estación de JR para coger un tren de cercanias (gratis con mi pase JR) para acercarme al barrio de Akihabara, famoso por su conocido Mercado de la Electronica


Esta zona es conocida tambien por los edificios de videojuegos, que fue precisamente lo primero que me encontré nada más salir de la estación.


Logicamente había que entrar a curiosear un poco, y eso lo que hice. Es alucinante ver como esta gente puede llegar a tener edificios de cinco o seis plantas enteramente dediadas a todo tipo de juegos de lo más curiosos, desde el tipico juego de matar marcianitos al de tocar los timbales pasando por el de bailar, verdaderamente sorprendente.

Justo al salir del edificio me encontre con publicidad de una cafetería que habia en el último piso, una publicidad que podeís ver en la foto exterior del edificio pero que a mi en un principio no me habia llamado la atención. Bueno, en realidad si, pero no me habia fijado que se explicaba que la cafeteria estaba en este mismo edificio.

Se trataba de una de esas cafeterias en las que las camareras van vestidas con tipicos vestidos mangas. Estaba claro que el sitio podía ser de lo más curioso, así que decidí subir. La primera sorpresa llego al ir a coger el ascensor, allí ya había una japonesita con el vestido como el de la foto del cartel dandote la bienvenida e invitandote a entrar en el ascensor.

Una vez arriba, otra japonesita vestida igual me pregunto que cuantos eramos, y despues de explicarle que yo iba solo, me explico con un inglés bastante malo que estaba prohibido hacer fotos y mucho menos tocar a la camareras. Si os fijaís en la foto, podeís ver a un hombre sentado al fondo, a mano izquierda. Según me pareció entender, aquel era el encargado de hacer cumplir estas normas, aunque como veís, yo con algo de disimulo, conseguí saltarmelas. Me refiero al tema de las fotos, no al de tocar a las camareras.


El primer problema llegó a la hora de pedir, me trajeron la carta de pizzas y postres y yo le expliqué que no queria comer nada, había comido hacia tan solo una hora, les dije que yo solo quería beber algo, pero claro, eso parecía ir en contra de sus normas. Finalmente la camarera habló con el encargado y me permitieron quedarme si consumia yo solo dos bebidas, algo que acepté, siempre y cuando fuesen dos cervezas y no me las trajesen a la vez.

Si os habeís fijado en la primera foto, habreís visto que la pareja que hay justo a mano derecha, lleva en la cabeza una especie de orejas de conejo, pues bien, eso no es porque estuviesen de despedida o les gustase hacer el tonto, es simplemente porque te las ponen nada más sentarte.


Así que una vez que yo estaba sentadito, y con mis orejitas puestas (menos mal que allí no me conocia nadie), llegó la segunda sorpresa, no solo habia que ponerse las orejitas, si no que al recibir la consumición habia que imitar y repetir los gestos y las palabras que decia la camarera, vamos, un ridiculo brutal, pero bueno, como nadie me conocía, lo hice sin demasiada vergüenza.

El sitio era curioso, pero tengo que reconcoer que bastante más cutre de lo que me esperaba, así que despues de tomarme mis cervecitas y de descansar un rato, decidí marcharme, pero entonces ví como un japones que habia en el otro extremo de la sala se hacia una foto con una camarera, así que decidi preguntar si aquello era posible para llevarme un recuerdo del local.


Me confirmaron que si, que era posible, pero que habia que pagarlo. Como vereís la foto no costaba demasiado dinero, así que aunque me parecía tambien algo cutre, decidí aceptarlo y hacerme la foto. En total la visita al local me salió por 2150 yenes, unos 18 euros, que se repartian en 500 yenes solamente por entrar al local, otros 500 yenes por la foto, y 575 yenes por cada cerveza.

jueves, junio 18, 2015

Viaje a Japón (5º Día)

Miercoles 20 de Mayo, mi segundo día en Tokio. Tocaba levantarse pronto para aprovechar el día (8:00), y aunque había dormido y descansado bastante bien en mi cama, tengo que reconocer que me levanté con el pie bastante machacado de la paliza a andar que me habia pegado el dia anterior.


Como ya os comenté en el anterior articulo, me habia comprado unos donuts y un zumo para acompañar al café que podía hacerme en el albergue (50 yenes), como podeís apreciar, el café no era gran cosa, pero bueno, entraba bien algo calentito.


Así que a eso de las 9:00 ya estaba saliendo por la puerta del albergue en dirección a la estación de metro, que estaba a unos 7 u 8 minutos caminando, donde me cogí la linea que me llevaba a la zona de Ueno, para ser más esactos, a la Estación de Sendagi para visitar la conocida calle Yanaka. Mientrás esperaba el metro decidí sacar esta curiosa foto donde podeís apreciar que para la mayoria de los japones, el movil es una herramiento fundamental.


Había leido en la guia que era interesante visitar la zona de la Calle Yanaka a primera hora del día, pero quizás las 9:30, hora más o menos en la que yo habia llegado, era demasiado pronto, porque auque habia algunos puestos ya preparados, otros muchos estaban aun preparandose para abrir.


Pero bueno, algo de movimiento y de ajetreo ya se veia, así que estuve paseando un ratito por la zona en plan tranquilo hasta que decidí escaparme hacia una calle cercana en la que había leido que habia numerosos templos y cementerios.


Quizás lo de visitar cementerios no sea lo más alegre, pero bueno, siempre uno se encuentra cosas divertidas que fotografiar y que curiosear en los pequeños cementerios que me iba encontrando, lo malo era que no habia muchos lugares con sombra, y ya a esas horas, el sol empezaba a pegar con fuerza.


Finalmente me adentré en el gran Cementerio de Yanaka a buscar la replica del Buda de de Kamakura, el segundo más grande de Japón, un buda que reconozco no me constó mucho encontrar, aunque lo que si me costó encontrar luego fue la salida del cementerio, algo que según he leido más tarde en otros blogs, no solo me ha pasado a mí.


Salí por una de las salidas del cementerio, la que según yo creia al interpretar el mapa, me llevaba a la zona que yo estaba buscando, pero la verdad es que me perdí entre calles, lo que daría lugar a una de las anécdotas que me han quedado del viaje y que reconozco me sirvió para comprobar la amabilidad del pueblo japonés.


Como os digo estaba perdido entre calles, sudando como un pollo y soportando como podía el calor y la humedad mientrás me peleaba con mi mapa, algo que seguramente llamó la atención de una mujer japonesa que me vio parado junto a un mapa de esos que hay en las ciudades en los que pone "usted está aquí". La mujer se acerco amablemente y en un inglés bastante correcto, me pregunto si necesitaba ayuda, a lo que yo logicamente asentí. Le expliqué como estaba intentando localizar la estación de metro, y la mujer se ofreció a acompañarme, y no solo eso, si no que además me tapo duarnte el trayecto con su sombrilla, y me ofreció este refresco para que me hidratase:


Os puede parecer una tonteria, pero a mi el gesto de aquella mujer me pareció de lo más amable, algo que demostraba lo que tantas veces habia oido, que los japoneses son muy amables y hospitalarios.

Continua ...

lunes, junio 15, 2015

Viaje a Japón (4º Día)

Martes 19 de Mayo, día en el que realmente iba a comenzar mi aventura japonesa, ya que a partir de este día comenzaba a moverme solo por un país que de momento estaba sorprendiendome gratamente.

El día empezaba tempranito, como el dia anterior, y a eso de las siete y media de la mañana ya estaba desayunando y aligerando la maleta un poco de peso, ya que como en cinco días tenía previsto volver a casa de Sara, decidí dejar algo de ropa para no ir tan cargado.

A las 9:30 de la mañana ya estaba en la estación de tren de JR Gifu Hashima, supuestamente el pase que yo tenía para quince días me permitía coger los trenes de la compañia JR sin pagar, el problema era que aún no estaba activado, ya que tenía que activarlo en una estación grande, así que me tocaba pagar los 580 yenes, unos cinco euros, que costaba el trayecto hasta la estación de Nagoya.


Como curiosidad, antes de seguir con la narración de mi viaje, quiero mostraros algo que llamó mi atención al dejar el coche en el parquing de la estación. Antes de nada tengo que deciros que en Japón, por regla general, no hay sitios para aparcar en la calle, es más, no te venden un coche si no demuestras que tienes plaza para aparcarlo, así que cuando vas a cualquier sitio en coche, tienes que buscarte algún parquing de estos para dejarlo. Lo que quiero enseñaros es el curioso sistema que tienen para aparcar, el parquing en el que entras no tiene ningún tipo de barrera, simplemente, al pasar con las ruedas por encima de la placa que hay en el suelo, esta se levanta, de manera que no puedes llevarte el coche hasta que no pagas en la correspondiente maquina que hay en la entrada, maquina en la que pulsas la plaza que quierer liberar y que te calcula por el tiempo que llevas, el importe de tu aparcamiento. Una instalación sencilla a mi parecer, pero de lo más practica.



En unos treinta minutos estaba en la Estación de Nagoya, una ciudad bastante importante del centro de Japón, y lugar en el que iba a activar mi pase para el tren. Por si alguno esta interesado os comento que este pase nos viene muy bien a aquellos que vamos de turista al país y que tenemos la intención de movernos en tren, un medio de transporte que funciona muy bien en Japón pero que resulta un pelín caro. Este pase se saca por internet, y tiene una validez de tres meses desde que lo compramos, así que hay que calcular cuando pedirlo para que no nos caduque. Hay tres tipo de pase, el de una semana, el de quince días y el de un mes, y logicamente cada uno tiene un precio. Yo por ejemplo saqué el de quince días, que tenia un precio de 350€. Así de primeras puede parecer caro, pero si os digo por ejemplo que el billete de tren de Nagoya a Tokio cuesta unos 110 euros, vereís que el pase al final resulta rentable.


Una vez activado mi Japan Rail Pass, me acerqué a la ventanilla donde se sacan los billetes para sacar el ticket para el tren de las 11:27, pero me resulto imposible, estaba lleno. Como dato deciros tambien que por lo general en este tipo de oficinas y ventanillas, los operarios suelen hablar algo de inglés, pero lo justo, algo que me ha sorprendido, ya que yo pensaba encontrarme un país totalmente modernizado en este aspecto y que dominase el inglés, hoy en día el idioma internacional, pero ya os adelanto que no es así, y aunque en estos sitios generalmente entiendes el inglés, no lo dominan ni mucho menos.


Solucionado el problema de comunicación con el amable operario de la ventanilla de expedición de billetes, conseguí plaza en el siguiente tren, a las 11:34 (lo que os comentaba, ya veís que hay trenes cada pocos minutos), por delante me esparaba un viaje de cuatrocientos kilometros que iba a hacer en apenas dos horas.


Ya en la estación de Tokio, a eso de las 13:40, saqué billete de metro para acercarme a la estación de Minowa, y una vez había llegado a esta estación de metro, siguiendo las indicaciones que tenía de como llegar al albergue, en menos de diez minutos andando, daba con el Tokio Hostel.


Había planeado usar Tokio de base durante la siguiente semana, así que habia reservado cinco noches en habitación compartida (dormitorio mixto de diez camas), algo que reconozco a mi no me importa, y abarata mucho el viaje. El precio de las cinco noches era de 11.792 yenes, unos 92 euros, a los que habia que sumar los 12,5 euros a modo de reserva que ya habia pagado. En la foto solo veís las camas, pero en el otro lado de la habitación estaban las taquillas con su correspondiente cerradura, donde guarde mi mochila antes de salir a hacer mi primera exploración de la capital japonesa.


Primera parada el barrio de Roppongi, a unos veinte minutos en metro del albergue (240 yenes el billete de metro). Roppongi Hill es un complejo en el Distrito de Roppongi construido por el magnate Minoru Mori que incluye espacio de oficinas, departamentos residenciales, cafés, restaurantes, salas de cine, un museo, un hotel, un estudio de televisión, y varios parques. En el centro, se encuentra la Torre Mori, de 54 pisos y 238 m. La construcción del complejo llevó diecisiete años, y Roppongi Hills fue inaugurado el 23 de abril del 2003.


En realidad viene a ser una especie de barrio moderno con tiendas caras y apartamentos lujosos. Sinceramente a mi no me entusiasmo la zona, pero bueno, según las guias era uno de los barrios o distritos que habia que visitar, así que es lo que hice.


Entre una cosa y otra, eran ya las cinco de la tarde y aún no habia camido, así que mientras exploraba las calles del barrio, decidí comerme un Onigiri que compré en una de las muchas tiendas que uno se va encontrando por la calle, acompañado de una cerveza freca (340 yenes, algo menos de tres euros).


Según iba avanzando por las calles, ha ido apareciendo a lo lejos entre los edificios la famosa Torre de Tokio, así que guiandome por el mapa, y sobre todo por la silueta de la torre, fui acercandome a su base.


La Torre de Tokio está pintada en blanco y rojo de acuerdo a regulaciones de aviación. Su construcción fue terminada el 14 de octubre de 1958 y mide 332,6 metros, 8,6 metros más que la Torre Eiffel, aunque no es tan conocida como la torre francesa. Subir a la parte de arriba costaba 1600 yenes, pero la verdad es que tampoco me atraía demasiado la experiencia, así que me dí una vuelta por los alrededores y poco más.


Luego volví a cogerme el metro (210 yenes) y me fui a la zona de Shijuku, según habia leido, la estación de metro con más trafico de gente a lo largo del día en todo el mundo (1,75 millones de personas al dia).


A esas horas ya se había hecho de noche, así que las calles del barrio de Shijuku comenzaban a coger ese aspecto moderno y colorido con el que creo casi todos nos imaginamos a Tokio de noche. Hacía buen tiempo, así que estuve paseando y curioseando un buen rato por diferentes calles, hasta que pasadas las 21:00 de la noche, decidí coger de nuevo el metro y volverme a la zona de Minowa (320 yenes el metro).


De camino al albergue hice una parada en una de las muchas tiendas que nos podemos encontrar en la calle, y me compré algo que cenar. Una bandejita de pollo al curry, un par de cervezas, un refresco con alcochol de postre, y un zumo de naranja y un par de donuts para desayunar al dia siguiente.



El albegue tenia una pequeña cocina y una amplia zona común donde poder cenar y descansar un rato, así que es lo que hice durante hora y media aproximadamente, hasta que a eso de las 23:30 de la noche decidí irme a dormir.